"Damas y caballeros, les recordamos que es obligatorio activar el modo avión durante el vuelo”, anunció la azafata unas cuantas filas al frente, mientras yo, emocionada, enviaba un último mensaje: “despegando, ya casi nos vemos”.
“¿Vas a ver a tu chico?”, me preguntó la mujer sentada a mi lado, con un acento que sonaba (muy posiblemente) argentino.
La pregunta la delató, había leído mi pantalla.
“Sí, llevo un mes sin verle”, revelé. La mujer se llamaba Marina, y respondió con un “yo igual, no lo he visto desde que me mudé hace nueve meses”.
Que irónico, pensé. Dos extrañas, de distintos países, coincidiendo en un vuelo por el mismo motivo. Y así, seguro había más personas inquietas, con los pies agitados y las palmas húmedas, esperando escuchar esas dos palabras cruciales “comenzando descenso”.
Ha pasado algún tiempo desde mi conversación con Marina, y ya no estoy ansiosa por ver a mi pareja luego de unas largas vacaciones. Ahora soy miembro del club de las relaciones a distancia, como ella lo fue en su momento.
De distancia no sé mucho, la empecé hace dos meses. Pasamos de enviarnos “llego en cinco” a “solo faltan 72 días”, en un abrir y cerrar de ojos.
Muchos creen que es blanco o negro: que las mejores relaciones se fortalecen con la distancia, o todo lo contrario. Otros lo ven con un enfoque más “realista”… ¿o debería decir masoquista?
“Amor de lejos es amor de pend*jo”
No hay un punto medio razonable, parece que tiene que ser todo o nada. Personalmente, había visto ambos escenarios antes de estar en esta posición: desde fuera del club, donde opinar es más fácil que vivirlo.
Y estos son los casos en los que yo (y nuestros lectores) creemos que sí puede funcionar:
“Cuando ambos están 100% decididos”, afirma José Manuel. Es simple, pero cierto: no puede haber uno más comprometido que el otro para que esto funcione. Como dice Brittany, “cuando solo una persona da su 100%, no sirve de nada”.
¿Alguien dijo metas? Quienes han pasado por esto coinciden: es el factor más importante. Tener planes a futuro establecidos como la próxima fecha en que se verán, o incluso tener el pasaje comprado, ya es un gran paso.
Lily nos comparte las metas en su relación:
Y es que las metas deben ser claras desde el principio, y dejar en evidencia lo que ambos esperan de la relación, según Susan.
Andrés, en cambio, rescata la importancia de incluir al otro en los planes individuales. “Eso se demuestra con acciones diarias”, dice.
El esfuerzo también es clave. Alejandro lo explica de la mejor manera: “la relación funcionará cuando de parte de ambos hay esfuerzo, dedicación y fidelidad. Siempre buscándose el uno al otro”.
Ninguna relación a distancia es fácil. Se aprende a vivir sin la presencia física del otro, y eso no es poca cosa. Para Nicolás, este tipo de compromiso solo funciona “cuando los dos están dispuestos a sufrir. Si no, es j*dido”.
Otras respuestas
"El amor es vital. Debes estar 100% seguro de querer estar con esa persona” - Camila
“El valor de cuidarse el corazón es fundamental” - Emily
“La conexión debe valer más que la distancia” - Fiorella
Y aunque es j*dido... a veces, también es bonito.
Hay algo especial en escribir cartas, contar los días y emocionarse con una videollamada. Algunos dicen que la distancia hace que la conexión emocional se intensifique.
Valentina, por ejemplo, ya superó la etapa de distancia con su pareja y desde entonces se ha vuelto una persona más detallista y mucho mejor para escuchar.
¿Y qué se dice de la confianza?
Las relaciones a distancia son manejables. Conozco a una pareja que estuvo cuatro años separada: él en Canadá y ella en Londres. ¿El secreto para mantenerse fuertes? La confianza.
Recuerdo que me dijo: “Nunca existió parte de mí que dudara de lo que él hacía. Nunca sentí la necesidad de interrogarlo o prohibirle cosas.”
Y es que la confianza debe ser parte de cualquier relación. Pero si estás a mil kilómetros de tu pareja, no es negociable jugar con la confianza que la otra persona te ha depositado.
Y si te consideras una persona que todavía necesita trabajar en sus inseguridades, o no terminas de creer todo lo que tu pareja te dice… en Rum-com te recomendamos bajarte del avión, porque el destino de ese vuelo es el fracaso.
La distancia es difícil, sí. Pero también nos vuelve creativos, pacientes y sorprendentemente buenos contando semanas.
Hay algo profundamente romántico en amar a alguien que no puedes tocar, en enviar un “buenos días” sabiendo que el otro lo leerá horas después y en seguir creyendo en el “pronto” aunque no sepas cuándo.
Ese día en el avión, Marina y yo activamos el modo avión.
Pero el corazón siguió encendido.
Porque cuando hay amor, incluso estando lejos… nos sentimos cerca.
Tuve un amor a la distancia, pero en mis 17's y es distinto al ternerlo en etapa adulta, por ejemplo a los 25's o 30's. Pienso que todo depende del nivel de madurez emocional :D ósea ambos comprometidos al 99.9% pero con un 1% de probabilídades del fallo :(
Amo